«No me resisto a comprar libros en tinta aunque no los vea, sé que son el mejor adorno para mi casa»

j.albertoJesús Alberto Gil Pardo, es natural de la localidad soriana de Fuentestrún.

Los problemas visuales con los que nació, y que a los 20 años degenerarían en ceguera, no le han impedido desarrollarse como gran amante de la lectura y los libros.

Licenciado en Geografía e Historia por la Universidad de Zaragoza, a sus 47 años es técnico de Biblioteca en la ONCE y coordina un taller de lectura para personas adultas invidentes en torno al braille, además de mantener Tiflohomero, el blog en que plasma sus cuentos y experiencias.

Como escritor, cultiva el género del relato a través del cual, pretende transmitir valores y dar a conocer el mundo de la discapacidad visual haciéndola visible, toda una pasión para él, muy necesaria aun hoy día, y que demuestra en su libro de relatos “Huellas de luz”.

Algunos de sus textos han sido publicados en libros como “Historias de la vida”, editado por JdeJ Ediciones, “Cuentos para sonreír” de la Editorial Hipálage o “Todos somos diferentes” recopilado por la Fundación Civilia. Ha obtenido, además, el primer premio del Certamen Literario Santa Lucía, convocado por la ONCE de Madrid.

Participa en actividades inclusivas, siempre con el afán de difundir su testimonio de superación, como ejemplo de que si él puede lograrlo, los demás también.

Prepara un próximo trabajo literario que recogerá las crónicas de sus viajes, vistas bajo la óptica de la ceguera, además de experimentar actualmente con el género de la poesía y el cuento gótico.

Su lema es: “Cada meta alcanzada es el inicio de un nuevo camino. Siempre adelante.”

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  • ¿Recuerdas las lecturas de tu infancia?

Sí, cómo no. Suelo decir que en vez de nacer con un pan debajo del brazo, nací con un libro debajo del brazo. Recuerdo los que me traía mi padre, tebeos de «Mortadelo y Filemón», «El capitán trueno» o «Rompetechos» y «Anacleto, agente secreto», y el primer libro que leí de niño, La isla del tesoro de Stevenson, además de la serie de Enid Blyton “Los cinco” y los clásicos Emilio Salgari o Daniel Defoe con su Robinson Crusoe.
El primer libro que leí en braille, un hito inolvidable para mí, por cómo descubría las letras bajo las yemas de mis dedos, fue Miguel Strogoff de Julio Verne. Nunca lo olvidaré.

  • ¿Cuáles son tus géneros favoritos?

Aunque me atraiga todo tipo de libros, fundamentalmente la narrativa histórica y policiaca, la divulgación, curiosidades y memorias,  y los libros de viajes, sin duda, son mis favoritos. Acabo de terminar Yo soy Malala y ahora estoy con La ladrona de libros, ambos muy recomendables.

  • ¿Cómo animarías a un no lector a acercarse a la lectura?

Le diría que un libro es algo mágico. Te permite sentirte héroe, caballero, pionero. Hay infinidad de libros, cada persona tiene el suyo. Leer, para una persona ciega, es ver, vivir aventuras, situaciones y encuentros desplegando todo un universo de palabras, palabras que hacen visibles las imágenes y los colores, prendiendo la chispa de la imaginación.

Yo soñaba con ser arqueólogo para descubrir civilizaciones perdidas y encontré, gracias a las palabras y los puntos braille, mediante los que accedo a ellas, la maravilla de la luz del conocimiento.

  • Además de escritor, eres bloguero, y estás presente en las redes sociales a través de Facebook y Twitter. ¿Crees que las redes sociales son un buen medio para acercar la lectura?

Sin duda. Las redes sociales permiten compartir y una lectura compartida, sus comentarios y crítica, sugerencias, etc. la enriquecen. A través de ellas puede accederse a perfiles de personas o entidades que de otra manera no sería posible conocer, como es el caso de este blog.
Convencido de esta certeza, uno de mis objetivos al crear Tiflohomero, en 2007, y después al introducirme en las otras redes, fue precisamente el de aportar mi granito de arena en la promoción de la lectura, algo que me fascina.

  • “Huellas de luz”, tu primer libro, es un compendio de relatos cortos.  En alguno de los relatos el protagonista es ciego, ¿están basados en tu propia experiencia?

Sí. Supongo que por ser mi ópera prima tiene un alto componente personal. Los relatos pretenden transmitir unos valores que son mis señas de identidad. Por citar alguno, el primero de los relatos cuenta, aunque enmascarado por la ficción, lo que sentí la primera vez que me enfrenté solo a salir a la calle con un bastón blanco.
Las 10 huellas, a modo de capítulos del libro, son mis valores y pasiones. Huellas que a mí me dan luz cada día y que considero pueden darla al resto de lectores que se acerquen a su lectura.

  • Decía Voltaire que “la escritura es la pintura de la voz». ¿Qué cuadro has pretendido pintar con Huellas de luz?

Un cuadro de superación, testimonio y alegres colores. Un cuadro realista, pero a la vez, amable, agradable de ver. Ojalá que quien lo contemple perciba este cuadro que busca irradiar ilusión, concordia y luz..

  • ¿Cómo es el proceso de adaptación bibliográfica (en braille, en relieve o en audio) que lleváis a cabo desde el Servicio Bibliográfico de la ONCE?

Hoy día la tecnología ayuda a que este proceso sea más rápido y de gran calidad. Utilizamos herramientas informáticas para ofrecer un resultado óptimo, combinando braille y color, sonido digital, escaneado de textos para convertirlos a braille, etc.

A partir de las necesidades de las personas ciegas se adaptan los materiales, bien sea en braille, relieve o audio, siempre buscando su inclusión social normalizada. Son prioritarios los textos para facilitar la formación y el empleo, sin desdeñar, por supuesto, los intereses de ocio.

  • ¿Es difícil aprender el Braille? ¿Puedes contarnos un poco del fondo bibliográfico en este formato que tenéis en la ONCE?

El braille es un formato de lecto-escritura universal que, hoy día, mantiene su plena vigencia como complemento absolutamente válido a otras formas de acceso a la información

Depende de la persona que vaya a aprenderlo, las características de su tacto, las ganas que le ponga y el bagaje cultural, costará más o menos aprenderlo. A mí me costó unos 3 meses y luego, cuanto más se practique, más deprisa se leerá.

He visto aprenderlo a personas octogenarias para leer el nombre de los medicamentos o pequeños artículos.

El fondo bibliográfico del que disponemos es muy amplio y variado, haciéndose actualmente un notable esfuerzo por tener disponibles los best sellers que copan las listas de títulos más vendidos en un espacio de tiempo cada vez más breve, lo cual es fantástico.
Para los que somos braillistas no hay nada como leer en este sistema, tocar las palabras es genial y a través del braille, la lectura es personal y directa, lo que no sucede a través del sonido.

De todas formas, sigue siendo un placer, para mí, tocar un libro aunque no lo vea, sentir su textura, oler la tinta y el papel, anticipar su contenido, etc. No me resisto aún a comprar libros en tinta aunque no los vea, pero sé que son el mejor adorno para mi casa.

  • ¿Crees que las nuevas tecnologías están ayudando a acercar a la lectura a los discapacitados visuales? Como por ejemplo, ¿con el uso de Audiolibros?

Sin duda. Además de lo que están ayudando a ofrecer una mayor calidad y rapidez en la adaptación de textos, yo puedo leer hoy día, mediante síntesis de voz y a través de mi ordenador o, incluso, el teléfono móvil, una novela a la vez que las personas que ven. Participo en un club de lectura inclusivo y, a veces, se comentan libros que, de no ser de esta manera, no podría leer a tiempo. Así, puedo participar en igualdad de condiciones en las reuniones del club que el resto de personas que ven. Aunque no los lea en braille o en Daisy (audiolibros en formato para ciegos), con la calidad que nos da la ONCE, sí al menos puedo participar habiendo leído el libro en cuestión.

  • ¿Qué te aporta el hecho de leer, en cualquiera de sus variantes?

Como ya he dicho, para mí, leer es apasionante, cuando una lectura me atrapa no puedo soltarla. Los libros me acompañan en los viajes, incluido en el Metro, a la hora de dormir y siempre  siento que me falta tiempo para leer tanto como me gustaría. Leer me enseña, entretiene, me ayuda a comprender imágenes hechas de palabras, que de otra manera, al no ver, me resultaría muy difícil saber cómo son. Cuando leo, sueño, adquiero vocabulario que me ayuda a expresarme mejor, soy protagonista de aventuras y lugares remotos. Leer es magia y luz. Leer es ser más libre.

Muchas gracias Jesús Alberto por esta entrevista llena de luz.