«A las bibliotecas: que sigan existiendo, y permitiendo leer a esa comunidad silenciosa e infatigable de las grandes lectoras y lectores».

LAURA FREIXASLaura Freixas (Barcelona, 1958) estudió en el Liceo Francés de su ciudad. Se licenció en Derecho en 1980, pero se ha dedicado siempre a la escritura. Se dio a conocer en 1988 con una colección de relatos, El asesino en la muñeca. En 1997 se publicaría su primera novela, Último domingo en Londres, a la que seguirían Entre amigas (1998), Amor o lo que sea (2005) y Los otros son más felices (2011). Ha publicado también otro libro de relatos (Cuentos a los cuarenta, 2001) y una autobiografía: Adolescencia en Barcelona hacia 1970 (2007).

Su último libro publicado es Una vida subterránea. Diario 1991-1994 (2013).

 **********************************

  • ¿Recuerdas las lecturas de tu infancia?

Sí, claro. Leía Tintín, y también Astérix, aunque este me gustaba mucho menos; y estaba suscrita a una revista francesa, Pilote, y otra catalana, Cavall Fort. También leía las aventuras de Guillermo, las de una niña danesa llamada Bibi que viajaba con una cigüeña y no conocía a su madre, y un libro llamado Zora la pelirroja y su banda (del que nunca más he oído hablar)… Más adelante leí y releí muchas veces la biografía de María Antonieta por Stefan Zweig. Son lecturas todas estas que recuerdo con mucho cariño, especialmente los personajes de Bibi y de Zora.

  • ¿Cuáles son tus escritores favoritos?

Globalmente, y en desorden, diría que Virginia Woolf, Clarice Lispector, Sylvia Plath Madame de Sévigné, Mercè Rodoreda, Annie Ernaux, Colette, Emily Brontë, Ana María Matute, Carmen Martín Gaite, Rosa Chacel… y luego, muchos libros sueltos. Aparte de eso tengo verdadera adoración por Proust.

  • El argentino Adolfo Bioy Casares dijo que “el recuerdo que deja un libro a veces es más importante que el libro en sí”. En tu caso ¿cuál es el libro recuerdas con más cariño?

Imposible decirlo, ¡son tantos!

  • ¿Qué es lo que te atrae de la lectura?

De las novelas, cuentos, diarios…, lo que me atrae es vivir, aunque sea vicariamente, otras vidas que la mía. De los ensayos, la posibilidad de ver la realidad bajo ángulos insospechados.

  • ¿Cómo intentarías convencer a un no lector para que se adentrase en la lectura?

Prometiéndole que nunca más se aburrirá. ¿A que es una promesa grandiosa?

  • Una vida subterránea” es un diario que escribió entre 1991-1994, ¿resulta difícil compartir la vida de uno con los lectores? ¿Habrá continuación?

Sí, mi intención es ir publicando, cada dos años, nuevos volúmenes del diario. No creo que sea difícil compartir un diario… desde el punto de vista del / la lector/a, porque quien escribe un diario está al mismo nivel que cualquier persona, con esa mezcla de cotidianeidad, preocupaciones básicas (el dinero, la salud…) y aguda conciencia de no tener más vida que esta. Desde el punto de vista del / la autor/a, compartir el diario es más difícil, porque es siempre (suponiendo que el diario sea auténtico, o sea, sincero) un poco como desnudarse ante personas desconocidas. Yo he necesitado esperar veinte años, que es el lapso mínimo para poder tener la sensación (quizá un simple autoengaño…) de que la persona que habla es otra, no soy yo, que entre tanto he cambiado de domicilio, de pareja, de situación profesional…

  • Te encargaste de la edición de Madres e hijas y de Libro de madres; participaste en la colección de cuentos Hijas y padres. Suponemos que no se debe a una casualidad…

Cuando me quedé embarazada y luego, tuve a mi hija, caí en la cuenta de algo que es una enormidad, pero de lo que casi nadie habla: el hecho de que la literatura tiene un ángulo ciego respecto a la maternidad. El embarazo, el parto, el hecho de convertirse en madre… son temas casi ausentes de la literatura, especialmente desde el punto de vista de la madre. Tampoco es frecuente que se presente la relación padre-hija, sobre todo desde el punto de vista de la hija. ¡Qué contraste con la presencia obsesiva de la guerra (y en general de todo lo que pasa entre hombres, como ahora el fútbol) en la literatura (y en el cine y la pintura y…)!

  • ¿Qué estás escribiendo ahora?

Terminé una novela sobre una pareja joven que llega a Madrid desde París (ahora quiero dejarla reposar y pasado un tiempo, corregirla), y acabo de empezar un libro que me tiene muy entusiasmada, cuyo género es bastante indefinido (está entre el libro de relatos, el ensayo y la autobiografía) pero que tiene un criterio y propósito muy claros… y no diré más, que trae mala suerte…

  • Para finalizar, tres deseos: uno para los lectores, otro para los escritores y otro para las bibliotecas.

Para las y los lectores: que nunca se les agote el gusto por leer: tenerlo es una inmensa suerte. A las y los escritores: que busquen la verdad, la exploración, el ir más allá… sin miedo, y sin concesiones a las modas y al éxito. A las bibliotecas: que sigan existiendo, y permitiendo leer a esa comunidad silenciosa e infatigable de las grandes lectoras y lectores, como mi madre, que a sus 83 años lleva casi 70 leyendo sin parar.

Muchas gracias Laura por tu colaboración y te deseamos lo mejor en tus próximos proyectos.